lunes, 2 de noviembre de 2009

la sangre a la sangre

La sangre a la sangre
Huésped en mí,
Derrama largos ríos de angustia,
Piel que muere y se inunda,
De gusanos perseguidos y amontonados.
La sangre a la sangre
Rito de cuchillos y almohadas,
Un sueño intravenoso de insectos que transpiran,
Heredero de otros, y de otros,
Impuesta, emergida
La sangre a la sangre,
Espeso ser de mis venas,
Un ser oculto,
Que se alimenta en silencio
Hasta el dolor que más arde
Soy tu sangre
Derramada en el amor
Que crece y se desvanece
Y vuelve a nacer
Infinita sangre,
Prueba de que somos la vida,
Prueba de que somos la muerte.

Somos el cielo y el infierno

Somos el cielo y el infierno en un pedazo de carne,
Somos la esquizofrenia eterna
Somos una línea universal de contradicciones
Somos el caos
Somos Dios
Somos el Diablo
Somos todo lo que amamos y odiamos
Somos la muerte en espera y la vida que nos sacude
Somos miedo disfrazado
Somos el hijo, el padre y el esperma
Somos el tiempo que se pierde y se recupera
Somos el bien y el mal
Unidos
Eternamente unidos
Creados y destruidos
Somos mortales con ojos de inmortales
Somos números y únicos
Somos la madre que sonríe
Somos el útero, el origen
Somos el bien y el mal
Unidos
Eternamente unidos
Y la bestia nos mira y espera,
Espera y espera,
Tiene tiempo,
Nosotros no.